miércoles, 4 de abril de 2012

Ahora que en plena noche andas...


Este es otro de esos poemas escritos entre el 2008 y 2009 que, además, fueron producto de mi inspiración estando medio dormida en la cama. Este os lo he adelantado un poco, es atemporal, porque me parecía interesante y de los primeros poemas igualmente. Por supuesto, está inspirado en mi primer amor, pero ahí no queda la cosa... salió en un programa de televisión cuando yo me estaba empezando a enamorar nuevamente de otra persona, lo dicen estas palabras: "ahora el capricho se ha vuelto aprecio..."  y, por eso, la antigua llama del amor y la nueva, ambos amores, me traen de cabeza. Ningún amor es correspondido, por lo que amo sin medida, en mi imaginación, pero me encuentro sola "desvistiendo en plena lujuria y acatando mañanas en balde..."
El amor divino es lo que puede salvar mi alma de los árdidos amores, pero la locura de esos amores me hacen enfrentarme a lo celestial, si no consigo la paz amorosa, "y que solo Dios me salve, y que no cometa dudas, pues no soy manejable."

¡Disfrutadlo!



Ahora que en plena noche andas y entre lamentos te llamas,
En secreto tu dulce posesión acompaña.

Ahora que fuiste, ahora que de irte fueres tal vez un día,
Pobre vida mía de tenerte tan presente.

Prisionera del cielo que guarece la entrada  con miedo
Espanta a la bien amada, que en irse lejos tardará
Una larga temporada.

Ahora el capricho se ha vuelto aprecio que es sucumbiendo
Mi pecho sin censura, y rige la amargura en mi seno,
Hallando total locura.

Desdicha de mi, en mal de amor quebradero, desvistiendo
En plena lujuria y acatando mañanas en balde.

Fue tal el infortunio… y que solo Dios me salve, y que no
Cometa dudas, pues no soy manejable.

María José Cabuchola Macario


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