domingo, 19 de mayo de 2013

Al retrato de Dorian Grey

Hace tiempo que no publico ningún poema en el blog, y esta me ha parecido la noche adecuada para hacerlo.


La versión cinematográfica de Dorian Grey,
el personaje contemplándose en su cuadro
Desde principios de año llevo escribiendo algunas poesías... he de decir que las transformaciones entre animales y humanos me llaman especialmente la atención, o seres sobrenaturales, y este poema que os presento a continuación se llama precisamente "al retrato de Dorian Grey". 
Por si alguno de vosotros no conoce la historia de este personaje ficticio creado por Oscar Wilde, deciros que es un ser (humano, por supuesto) que se pierde a sí mismo por las pasiones y los vicios sobre todo a raíz de la pérdida de su amada, degrada su alma y esa degradación puede contemplarse en la historia mediante un cuadro. Dorian consigue la inmortalidad a un alto precio, la corrupción de su espíritu mediante las pecaminosas acciones. Su imagen física inmortal no cambia, pero un cuadro con su retrato es fiel reflejo de la distorsión de esa alma en pena. Yo he querido escribir sobre su historia también reflejando en ella un poco la mía. Es decir, para mí en mi poema, Doria Grey se "echa a perder", se deja llevar por la pasión y la lujuria sin pensar las consecuencias debido a la pérdida de su gran amor. Es el dolor que le produce no tener a su amor, haberla perdido, lo que lo lleva a actuar de ese modo, por lo que él mismo se pierde. La corrupción de mi propia alma sería debido a este hecho, y por ello me siento un poco identificada con la des conciencia del personaje.

A continuación os dejo el poema... espero que lo disfrutéis.

¡Buenas noches!

09/04/2013

Al retrato de Dorian Grey

¿Es ese el rostro de un dolor sin nombre?
Gesticulado en una terrible perdición
queda la pintura de lo una vez hecho hombre...

De desgarrada exhibición
sus una vez atractivas facciones
sangrar parecen en una desagradable contracción
del alma que una vez de virtud hurdióse.

¿Y es esa una maldición?
¿Fue condenado ese ser a dejarse llevar por la pasión?
Le persigue un dolor sin nombre, no...
Pero se redime a la noche, a incontables tentaciones...
el horror de lo perdido lo hace descorchar vestidos,
lo hace conocer aquello que desconoce...

¿Es el diablo oculto de su espíritu
el que le muestra el camino oculto de las imperfecciones?
que son deseos que perfecciona...
¿O acaso no existe la belleza?
¿No son válidas, para el placer, todas las acciones?
Corrompido por el deseo...
¿es bueno deshacerse en las sensaciones?

¿Es bueno deshacerse en un dolor...?
¿En un dolor... sin nombre?

María José Cabuchola Macario

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