Escuchando Election by adoration de Hans Zimmer y Clair de Lune de Claude Debussy, os dejo un poema que escribí el 23/03/2012 y, ahora, espero que volváis, conmigo, a otros tiempos pasados, mejores, independientemente del día en que se vivieron, antes o después, un año, una estación u otra, una tarde de lluvia o soleada... Da lo mismo. Donde teníamos todo aquello que nos llenaba el alma, donde una sonrisa nos hacía felices.
Buenas tardes y disfrutadlo.
Volvamos a otro tiempo.
¡Ah, sí! Ese,
ese de ahí.
Éramos tan
felices…
Trabajabas,
llenabas la cuchara
De carne y
patata. Me servías.
Yo me
ruborizaba, tú sonreías.
Días después
sin ti me moría.
Volvamos a otro tiempo.
¡Ese, ese
otro! Ya lo recuerdo…
Yo callaba
por otro amor,
Que, aunque
no correspuesto,
Qué
perfección de sentimiento.
Una hermosura
me produjo desmayos.
¡Qué lindos
ojos, mirada o pensamiento!
El corazón
era un joven enamorado…
Volvamos a otro tiempo.
¡Ahora lo
veo! Sí, ya lo creo…
No fue hace
tanto, fue hace menos,
Esparcido por
mis piernas un cabello
Yo lo
acariciaba y peinaba con esmero.
Intercambio
de sonrisas, de momentos.
Tardes de
verano, tardes sin regreso.
Volvamos a otro tiempo,
Imaginemos
que no hay cambios,
Que allí
quedo con los amores varios.
Así no
perdería sus bellezas, el sufrimiento,
Reviviría el
sentir entregado, el intenso,
El que no
pierde color o es igualado,
El que en
juventud se tiene por seguro
Y no vuelve a
medirse, inesperado.
Se tuvo. Fue
mío, también tuyo.
No hay que
volver a otros tiempos.
Basta con
tener corazón para inmortalizarlos.
El pasado
trae el bello recuerdo,
El presente
el corazón, vivo para aprovecharlo.
María José Cabuchola Macario
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