miércoles, 22 de enero de 2014

Un día...

No os podéis imaginar la cantidad de imágenes buenas que he encontrado para representar el poema que quiero enseñaros hoy. Al final he optado por elegir las dos que más me recordaban al poema en cuestión, llamado Un día.

Nunca antes os había mostrado un poema de "El reservado", zona que se sitúa dentro de mi libro Masquerade, el baile de máscaras. Un vídeo de Xurirux, del que estoy enamorada, (http://www.youtube.com/watch?v=6id1NvX7Yiw) y un recuerdo, me han llevado a esta iniciativa.

 ¿Y si un día sientes que ese día, en que te encuentres con ella, con tu amor verdadero, no llegará nunca? no temas. ¿Acaso no sabes que... Ella nunca se fue? ¡Siempre estuvo ahí, a tu espera! Ella ya te había encontrado a ti, estuvo esperándote largo tiempo, pero fuiste tú quien no supo mirarla como merecía. Fuiste quien no le abrió su corazón. Dicen que no hay nada más perdido que aquello que no se deja encontrar, y quizás estabas perdida en la inmensidad de un mundo que no podía darte lo que te merecías. Quizás no era el momento. Alza la mirada, deja atrás el doloroso cuento y mira quién viene por ti... Es tu princesa. Con un amor tan real, puro e inmenso como no ha habido otro...





Un día
Te encontrarás con que todos
A tu alrededor te habrán hecho daño.
Te preguntarás por qué,
Y qué has hecho mal.
Puede que entonces yo esté
Donde estaba antes,
Del lugar que nunca me alejé,
Y me preguntaré, como tú,
Qué estuve haciendo mal.
Y yo no lo entenderé,
Pero tú sí lo entenderás.

Un día
Te verás frente a un mundo
Que no te ha sabido apreciar.
Un mundo el cual
No te hubieras podido imaginar,
Un mundo que yo
A tu merced habría hecho girar.
Entonces no lo entenderás
Y te pondrás triste,
Yo te preguntaré por qué lo hiciste,
Pero tú no me responderás.

Un día
Te sentirás rodeada
De hombres que no habrán sabido amar.
Te preguntarás
Si alguna vez se cruzó por tu camino
La felicidad. Pero el tiempo
No te podrá contestar.
Puede que entonces yo apareciera
Y con un gesto de amor mi corazón se enterneciera
Y tú, al no entenderlo, te fueras
Sin esperanzas de regresar.

Un día al levantarte
Verás que equivocarte
Hizo que me perdieras.
No podrás preguntarte qué hacer,
Pero entonces puede que yo esté
Donde estaba antes,
Del lugar que nunca me alejé
Para apoyarte
Y decirte que no me cansé de esperarte
Porque ya lo hice antes
Y tenía que suceder.

María José Cabuchola Macario

No hay comentarios:

Publicar un comentario